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Normas

NORMAS.-

Los principales objetivos del Grupo son los de conseguir y afianzar lazos de amistad con aquell@s que quieran acompañarnos y todos juntos disfrutar de la naturaleza y sus paisajes, realizar ejercicios de forma moderada y el empeño en la búsqueda de nuevas rutas para que la práctica de este deporte, no se nos haga monótona.

Como en cualquier otro deporte, éste no está exento de algún  tipo de riesgo. Por ello debe de quedar los suficientemente claro para aquell@s que decidan sumarse al grupo en sus salidas, que cada persona lo hace de forma voluntaria y asume por sí misma riesgo y responsabilidad, y que en caso de algún tipo de lesión derivada de la actividad senderista llevada a cabo por el grupo, no responsabilizará ni  reclamará nada contra el grupo o contra cualquiera de sus participantes.

El/la senderista que se une a la actividad llevada a cabo por el Grupo, exime  a LaPlanaSender de cualquier responsabilidad y de todas las obligaciones, aplicaciones y reclamaciones que se deriven de los daños que puedan sufrir como consecuencia de la asistencia a las actividades realizadas por el Grupo.  


NORMAS PARA CON LA NATURALEZA

La basura olvidada en el campo o foresta, por muy pequeña que sea, daña la visión del entorno. Por eso no debemos abandonar ni enterrar la basura. La guardaremos en un envoltorio o bolsa y la depositaremos en los contenedores de áreas recreativas o de la ciudad. Si pudiera ser, haríamos lo  propio con la basura ajena abandonada cerca de los senderos. Debes dejar el lugar más limpio que cuando llegaste.

¿Te gustaría hacer senderismo sobre este entorno?. El fuego es el mayor enemigo de las montañas. No enciendas fuego en el monte. No fumes cuando estés caminando y si lo haces,  no tires las colillas. Apágalas con agua y guárdalas para depositarlas en papeleras o contenedores de basura. Nuestro consejo, olvida el tabaco y respira aire puro. Es gratis.


La meta del senderista debe ser la de culminar la ruta marcada siguiendo el trazado real de la misma. Debemos rechazar los atajos, pues con esta práctica podemos deteriorar el suelo y crear quebrados que pueden llegar a hacer desaparecer el sendero original. Evitarlo, sobre todo, en las zonas más sensibles a la erosión (dunas, pendientes herbosas, etc…).

Debemos contribuir a que no nos pongan trabas para pasar por propiedades privadas. Si respetamos a la población y a sus propiedades, evitamos cruzar por medio de los sembrados o tierras de labranza utilizando para ello senderos, hormas o ribazos; cerramos pórticos en cercados y verjas para impedir que entre o salga el ganado u otro animal. Si hacemos esto, sus propietarios nos lo agradecerán y nosotros se lo agradeceremos mucho más. Las  puertas de cabaña y refugios deben quedar cerradas después de hacer uso de ellos. Evitaremos con ello el deterioro interno, lo suciedad  y el paso de parásitos y alimañas.

El agua es la vida y, junto con la vegetación abundante al lado de la misma, contribuyen a hacer más placenteras y  poco pesadas las caminatas, aunque sean largas. Ni qué decir de la alegría que produce encontrar un río o una fuente, el bien más preciado de nuestras montañas,  cuando el calor se hace insufrible, máxime si las aguas son totalmente cristalinas.  Para ello debemos respetar y cuidar las fuentes, ríos  y otros cursos de agua, sin verter en ellos jabones, detergentes o productos contaminantes ni residuos. Por favor, no los contamines.


Si arrancas una planta o flores, evitarás que otros puedan disfrutar de la belleza de las mismas. Ten en cuenta que la recogida de plantas y frutos del campo están reguladas o prohibidas en muchas zonas de la montaña, especialmente en los parques y reservas naturales. Admíralas en su entorno natural. Toma fotos de ellas, es la única forma de no verlas marchitas de por vida. Motívate a salir a andar para poder contemplarlas.

Por las distintas  zonas que nos movemos podemos observar diversidad de especies de animales y plantas, algun@ de ell@s protegid@s dado el peligro de extinción que existe sobre l@s mism@s. Tenemos la oportunidad de ver en vivo lo que siempre hemos visto a través de libros o televisión. Debemos de tener en cuenta que invadimos su hábitat y por ello debemos respetarlos como haríamos con nuestros semejantes. Por raros, feos o peligrosos que sean, bien sea planta o animal, cánsate de contemplarlos, déjalos donde se encuentren de la misma forma que los has encontrado y no los molestes.

Otro de los placeres que nos ofrece la naturaleza es la diversidad de sonidos melodiosos, y cuanto menos, relajantes. El canto y/o trino de los pájaros, el murmullo del agua en los arroyos, ríos  y fuentes, el chirriar de las chicharras, el croar de las ranas, la brisa del viento e incluso el chapoteo de la lluvia, forman una orquesta difícil de imitar. Respeta y disfruta del silencio, para oír la música de la naturaleza.

Quien tiene un buen perro,  tiene un tesoro, y la verdad es que hace mucha compañía cuando se sale a andar. Ellos pueden llegar a disfrutar tanto o más que nosotros en el campo. Los perros, por norma, deben ir atados para que no molesten ni asusten al ganado o fauna salvaje.

RESUMEN FINAL

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